Podólogos gallegos recomiendan a los aficionados al running realizar un estudio de su pisada para prevenir lesiones y elegir correctamente el calzado
02 Marzo, 2015
Borja Pérez, portavoz del Colexio de Podólogos:
“Las zapatillas de deporte no deben ser ni demasiado flojas ni muy apretadas, para que los dedos puedan moverse libremente y no tocar la puntera”
Actualmente hay un gran interés por el deporte y la vida sana y cada vez son más las personas que empiezan a correr para mantener una vida saludable. En general, es gente “aficionada” que necesita una serie de consejos básicos de los profesionales de la podología para proteger adecuadamente sus pies.
El Colexio de Podólogos de Galicia recomienda a los deportistas y las personas que practican running o senderismo realizar un estudio biomecánico en clínicas de podología para saber en qué condiciones trabajan sus extremidades, prevenir lesiones y elegir correctamente el calzado. “Un estudio biomecánico permite al deportista conocer su tipo de pisada” –destaca el portavoz del Colexio, Borja Pérez–.
Además, los podólogos gallegos aconsejan revisar el calzado, su suela y los calcetines que se van a usar en la práctica deportiva. Borja Pérez comenta que las zapatillas de deporte no deben ser “ni demasiado flojas ni muy apretadas, para que los dedos puedan moverse libremente y no tocar la puntera”. Y se deben comprar siempre centrándose en el pie más grande y a última hora del día cuando los pies están algo hinchados, igual que al practicar deporte.
Otro aspecto importante a la hora de elegir calzado es la talla. Unas zapatillas demasiado pequeñas o de un número mayor pueden ser perjudiciales a la hora de entrenar. Ampollas, rozaduras o pequeños esguinces pueden ser la consecuencia de una mala elección de talla. “Un truco a la hora de comprar calzado es levantar el dedo más largo del pie una vez calzada y abrochada la zapatilla. El dedo no debe estar justo en la punta ni debe sobrar mucho. Entre este dedo y la punta de la zapatilla debe de caber la punta del dedo meñique de la mano” –apunta el portavoz–.
Según la modalidad de carrera habrá que valorar la amortiguación, materiales, contrafuertes, acordonado y dibujo de la suela de la zapatilla. Los podólogos señalan que en terrenos naturales se deben elegir zapatillas con suela de surcos profundos que permitan que la materia que se pisa pueda evacuarse correctamente. En asfalto o materiales sintéticos, los surcos pueden ser menos profundos, y en campos de hierba o similar, los tacos es lo más recomendable.
También hay que tener en cuenta el estado de desgaste del calzado, ya que la mayoría de los modelos están diseñados para hacer un determinado número de kilómetros y horas de entrenamiento, a partir de los cuales los sistemas de amortiguación se ven afectados. Los podólogos indican que se deben cambiar con frecuencia las zapatillas para no arriesgarse a una lesión. “Hay que renovar el calzado deportivo cuando pierde amortiguación o el dibujo de la suela, o cuando las costuras empiezan a romperse y la cámara de aire está plana” –asegura Borja Pérez–.
En las competiciones, los podólogos recuerdan a los deportistas que no se pueden estrenar zapatillas. El pie tiene que estar adaptado previamente al calzado, y para lograrlo deben usarse una semana antes de salir con ellas a correr. Además, de manera previa a la carrera, el deportista debe acudir al podólogo para tratar sus uñas, durezas u otros problemas en los pies. Y si es preciso aconsejan la visita a un podólogo especializado en deporte para que realice plantillas personalizadas. Si se producen rozaduras o ampollas durante una carrera, los podólogos gallegos indican que se puede aplicar un poco de vaselina que actúa como lubricante y evita que la piel origine una herida.
“Las zapatillas de deporte no deben ser ni demasiado flojas ni muy apretadas, para que los dedos puedan moverse libremente y no tocar la puntera”
Actualmente hay un gran interés por el deporte y la vida sana y cada vez son más las personas que empiezan a correr para mantener una vida saludable. En general, es gente “aficionada” que necesita una serie de consejos básicos de los profesionales de la podología para proteger adecuadamente sus pies.
El Colexio de Podólogos de Galicia recomienda a los deportistas y las personas que practican running o senderismo realizar un estudio biomecánico en clínicas de podología para saber en qué condiciones trabajan sus extremidades, prevenir lesiones y elegir correctamente el calzado. “Un estudio biomecánico permite al deportista conocer su tipo de pisada” –destaca el portavoz del Colexio, Borja Pérez–.
Además, los podólogos gallegos aconsejan revisar el calzado, su suela y los calcetines que se van a usar en la práctica deportiva. Borja Pérez comenta que las zapatillas de deporte no deben ser “ni demasiado flojas ni muy apretadas, para que los dedos puedan moverse libremente y no tocar la puntera”. Y se deben comprar siempre centrándose en el pie más grande y a última hora del día cuando los pies están algo hinchados, igual que al practicar deporte.
Otro aspecto importante a la hora de elegir calzado es la talla. Unas zapatillas demasiado pequeñas o de un número mayor pueden ser perjudiciales a la hora de entrenar. Ampollas, rozaduras o pequeños esguinces pueden ser la consecuencia de una mala elección de talla. “Un truco a la hora de comprar calzado es levantar el dedo más largo del pie una vez calzada y abrochada la zapatilla. El dedo no debe estar justo en la punta ni debe sobrar mucho. Entre este dedo y la punta de la zapatilla debe de caber la punta del dedo meñique de la mano” –apunta el portavoz–.
Según la modalidad de carrera habrá que valorar la amortiguación, materiales, contrafuertes, acordonado y dibujo de la suela de la zapatilla. Los podólogos señalan que en terrenos naturales se deben elegir zapatillas con suela de surcos profundos que permitan que la materia que se pisa pueda evacuarse correctamente. En asfalto o materiales sintéticos, los surcos pueden ser menos profundos, y en campos de hierba o similar, los tacos es lo más recomendable.
También hay que tener en cuenta el estado de desgaste del calzado, ya que la mayoría de los modelos están diseñados para hacer un determinado número de kilómetros y horas de entrenamiento, a partir de los cuales los sistemas de amortiguación se ven afectados. Los podólogos indican que se deben cambiar con frecuencia las zapatillas para no arriesgarse a una lesión. “Hay que renovar el calzado deportivo cuando pierde amortiguación o el dibujo de la suela, o cuando las costuras empiezan a romperse y la cámara de aire está plana” –asegura Borja Pérez–.
En las competiciones, los podólogos recuerdan a los deportistas que no se pueden estrenar zapatillas. El pie tiene que estar adaptado previamente al calzado, y para lograrlo deben usarse una semana antes de salir con ellas a correr. Además, de manera previa a la carrera, el deportista debe acudir al podólogo para tratar sus uñas, durezas u otros problemas en los pies. Y si es preciso aconsejan la visita a un podólogo especializado en deporte para que realice plantillas personalizadas. Si se producen rozaduras o ampollas durante una carrera, los podólogos gallegos indican que se puede aplicar un poco de vaselina que actúa como lubricante y evita que la piel origine una herida.
FONTE: www.copoga.com