Esta práctica altera la estructura ósea y muscular del pie y puede provocar problemas futuros de movilidad
En verano los pies sufren en exceso por el cambio de calzado con rozaduras y ampollas, sudoración, sequedad, infecciones cutáneas por hongos o la aparición de verrugas plantares
La moda actual invita a llevar zapatos y sandalias de tacón alto y los diseñadores no tienen en cuenta las recomendaciones que se hacen desde el sector de la podología. Ha surgido una tendencia en Gran Bretaña y EEUU en la cirugía plástica, conocida como “cirugía cenicienta” para los pies. Se realizan liposucciones de dedos, lifting de pies y rellenos plantares. Las mujeres recurren a estas técnicas para embellecer sus pies y poder adaptarlos a los stilettos, unos zapatos de tacón fino, de más de diez centímetros y horma estrecha, de moda actualmente. El Colexio de Podólogos de Galicia explica que este tipo de operaciones puede alterar la estructura ósea y muscular del pie, e incluso en un futuro causar problemas serios de movilidad.
Además, el Colexio de Podólogos de Galicia explica que un uso excesivo de los zapatos de tacón puede causar afecciones graves en los pies, como metatarsalgias o dolores en la planta de los pies, problemas de estabilidad, dedos en garra o juanetes. También pueden acarrear malformaciones, durezas en las plantas de los pies y en el dorso de los dedos, y hacen que las articulaciones y la musculatura de la zona se vean mermadas. Según los podólogos gallegos, la operación de juanetes es la quinta más demandada en la Seguridad Social, y más del 50% de estas intervenciones se podrían evitar con el uso de un buen calzado.
Los podólogos recomiendan el uso de un tacón de un máximo de cuatro centímetros y en su lugar, el Colexio de Podólogos de Galicia apuesta por utilizar zapato de cuña corrida, donde cinco centímetros de altura pueden ser beneficiosos para combatir la fascitis plantar (dolor en el talón).
Las chancletas, el calzado específico para la playa
Con la llegada del verano y las altas temperaturas llega también un periodo delicado para los pies. El calzado nada tiene que ver con el que se usa en invierno y los pies sufren las consecuencias. Algunas personas se despreocupan tanto que caen en el error de comprar zapatos que pueden poner en peligro la salud de los pies. Se pasa de un calzado cerrado a uno abierto, además de prescindir de calcetines o medias que protegen los pies.
Así, surgen problemas comunes como las rozaduras y ampollas, exceso de sudoración, sequedad, infecciones cutáneas por hongos o la aparición de verrugas plantares. También el hecho de que la suela normalmente es menos amortiguadora que en invierno (cuando suelen ser de goma) puede provocar sobrecargas en la planta que provocan metatarsalgias, rozaduras y ampollas, o la aparición de talalgias, sobre todo fascitis plantar por la utilización de calzado demasiado plano o que no sujete el pie.
En caso de detectar alguna anomalía en los pies, el Colexio de Podólogos de Galicia aconseja visitar a un profesional de la podología para que realice una exploración y pueda poner en marcha el tratamiento más adecuado para evitar un empeoramiento del problema.
Cada tipo de calzado está diseñado para un uso concreto. Es lo que ocurre con las chancletas, que no son unos zapatos anatómicos para llevar en el día a día. Su función es la de calzar para ir a la playa o a la piscina, pero no para ir a trabajar o pasear. Para entrar en el agua hay calzados específicos, unas zapatillas de goma muy ajustadas al pie que evitan las lesiones plantares producidas por erizos de mar, peces araña, fanecas u otros animales y objetos que están en las orillas de las playas. Son las conocidas como cangrejeras o fanequeras.
En verano los pies sufren en exceso por el cambio de calzado con rozaduras y ampollas, sudoración, sequedad, infecciones cutáneas por hongos o la aparición de verrugas plantares
La moda actual invita a llevar zapatos y sandalias de tacón alto y los diseñadores no tienen en cuenta las recomendaciones que se hacen desde el sector de la podología. Ha surgido una tendencia en Gran Bretaña y EEUU en la cirugía plástica, conocida como “cirugía cenicienta” para los pies. Se realizan liposucciones de dedos, lifting de pies y rellenos plantares. Las mujeres recurren a estas técnicas para embellecer sus pies y poder adaptarlos a los stilettos, unos zapatos de tacón fino, de más de diez centímetros y horma estrecha, de moda actualmente. El Colexio de Podólogos de Galicia explica que este tipo de operaciones puede alterar la estructura ósea y muscular del pie, e incluso en un futuro causar problemas serios de movilidad.
Además, el Colexio de Podólogos de Galicia explica que un uso excesivo de los zapatos de tacón puede causar afecciones graves en los pies, como metatarsalgias o dolores en la planta de los pies, problemas de estabilidad, dedos en garra o juanetes. También pueden acarrear malformaciones, durezas en las plantas de los pies y en el dorso de los dedos, y hacen que las articulaciones y la musculatura de la zona se vean mermadas. Según los podólogos gallegos, la operación de juanetes es la quinta más demandada en la Seguridad Social, y más del 50% de estas intervenciones se podrían evitar con el uso de un buen calzado.
Los podólogos recomiendan el uso de un tacón de un máximo de cuatro centímetros y en su lugar, el Colexio de Podólogos de Galicia apuesta por utilizar zapato de cuña corrida, donde cinco centímetros de altura pueden ser beneficiosos para combatir la fascitis plantar (dolor en el talón).
Las chancletas, el calzado específico para la playa
Con la llegada del verano y las altas temperaturas llega también un periodo delicado para los pies. El calzado nada tiene que ver con el que se usa en invierno y los pies sufren las consecuencias. Algunas personas se despreocupan tanto que caen en el error de comprar zapatos que pueden poner en peligro la salud de los pies. Se pasa de un calzado cerrado a uno abierto, además de prescindir de calcetines o medias que protegen los pies.
Así, surgen problemas comunes como las rozaduras y ampollas, exceso de sudoración, sequedad, infecciones cutáneas por hongos o la aparición de verrugas plantares. También el hecho de que la suela normalmente es menos amortiguadora que en invierno (cuando suelen ser de goma) puede provocar sobrecargas en la planta que provocan metatarsalgias, rozaduras y ampollas, o la aparición de talalgias, sobre todo fascitis plantar por la utilización de calzado demasiado plano o que no sujete el pie.
En caso de detectar alguna anomalía en los pies, el Colexio de Podólogos de Galicia aconseja visitar a un profesional de la podología para que realice una exploración y pueda poner en marcha el tratamiento más adecuado para evitar un empeoramiento del problema.
Cada tipo de calzado está diseñado para un uso concreto. Es lo que ocurre con las chancletas, que no son unos zapatos anatómicos para llevar en el día a día. Su función es la de calzar para ir a la playa o a la piscina, pero no para ir a trabajar o pasear. Para entrar en el agua hay calzados específicos, unas zapatillas de goma muy ajustadas al pie que evitan las lesiones plantares producidas por erizos de mar, peces araña, fanecas u otros animales y objetos que están en las orillas de las playas. Son las conocidas como cangrejeras o fanequeras.
FONTE: http://copoga.com/